Entrevista al fiscal Federico Carniel: “La comunidad Qom y Moqoit merecen justicia por la masacre de Napalí” | Consejo de la Magistratura

Publicado el 25/10/2021

La directora de la Unidad de Derechos Humanos, Género,Trata de Personas y Narcotráfico del Consejo de la Magistratura de la Nación, Virginia Croatto, entrevistó al fiscal General de Chaco, Federico Carniel, al respecto de la masacre de Napalpí sucedida en 1924 y producida en el territorio de la actual provincia chaqueña. Esto se dio en el marco de la habilitación otorgada por el Juzgado Federal N° 1 de la Provincia del Chaco, a cargo de la Dra. Zunilda Niremperger, que autorizó un “Juicio por la verdad” que permitirá investigar esta matanza de comunidades originarias.

“En la Reducción Napalpí se produce una protesta indígena basada en las condiciones de vida de las personas, que eran paupérrimas, y la explotación laboral que ellos tenían en ese momento. Y ante esta actitud de los habitantes de la época en cuanto al reclamo que estaban haciendo, la respuesta por parte de las autoridades fue una brutal represión practicada por 130 hombres pertenecientes a las fuerzas de seguridad de la época del territorio nacional, llámese Policía territorial y/o Gendarmería Nacional”, relató Carniel, al tiempo que detalló que las formas de esa represión se dieron a través de “desde fusiles y distintas armas, hasta el uso de un avión que, haciendo vuelos rasantes, descargaba a través de ametralladoras contra las personas que se estaban manifestando”.

Estos reclamos que relató Carniel tuvieron lugar a principios del siglo ya que se había creado un sistema de reducción en ciertos territorios del Chaco y de Formosa con poblaciones Qom y de otras etnias, en donde grupos de familias trabajaban en tareas rústicas de recolección a cambio de una mísera retribución.

Este sistema de explotación del trabajo indígena que funcionó entre 1911 y 1956 dio paso a esa “Reducción Estatal para Indígenas de Napalpí” –hoy Colonia aborigen”– que reunía familias de las comunidades Qom y Moqoit en una extensión de 22.500 hectáreas. Todos estaban afectados al trabajo de recolección del algodón en una suerte de mano de obra esclava con jornadas de 12 y 14 horas en condiciones poco humanas.

Ante la muerte de más de 300 personas, la fiscalía a la que el entrevistado pertenece comenzó una investigación sobre este hecho en el año 2014 “a partir de que se tomara conocimiento de los detalles más finos” a través del “testimonio de un sobreviviente, el abuelo Pedro Balquinta, del pueblo Moqoit”.

“Ante el testimonio de Balquinta, pudimos ir a la casa y recabar en primera persona ese valioso testimonio y a partir de ahí se tomó la decisión en la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía de comenzar a hurgar sobre esta historia que estaba inconclusa y que merece que le dediquemos el tiempo y que pongamos los recursos que tengamos a disposición para ver si podíamos reparar esa injusticia”, expuso también el fiscal, dejando en claro que “la comunidad Qom y Moqoit merecen justicia por la masacre de Napalpí”.

La entrevista completa: