Bienaventurados los que trabajan por la paz | Consejo de la Magistratura
Publicado el 13/10/2021
Como lo dijo en su discurso del 10 de diciembre de 1980 ante el Rey y el Parlamento noruego, Adolfo Pérez Esquivel para agradecer la distinción, hoy reiteramos el “Bienaventurados los que trabajan por la paz”.
I – El lunes 13 de octubre de 1980, el arquitecto Adolfo Pérez Esquivel recibió en la sede de la embajada noruega en Buenos Aires la noticia de su designación como Nobel de la Paz. Apenas la noticia, corrió con particular fuerza ya que ello representaba un fuerte golpe para la dictadura militar que gobernaba el país. En la misma proporción, pero con fuerza positiva, era un espaldarazo para las organizaciones que trataban de encontrar formas y medios para difundir las violaciones a los derechos humanos que se multiplicaban en el país.
El Comité noruego analizó el trabajo en defensa de los Derechos Humanos en toda América Latina, territorios en donde se enseñoreaba la violencia irracional y se violaban todos los derechos humanos.
Entendieron los jurados que Pérez Esquivel había encendido “una luz en la oscuridad de la violencia en su país”. Al recibir esta distinción declaró no recibirlo como un título personal sino “…en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad”.
Recordamos el impacto para la junta militar que, como en una estrategia de guerra, se alinearon detrás de la bronca para poner a salvo su poder. Hasta algunos intentaron explicar que esto no era otra cosas que parte de la campaña “antiargentina” en el mundo. En un comunicado oficial de decía que “Si dicho otorgamiento pretende utilizarse como una suerte de condena al Proceso de Reorganización Nacional, es necesario puntualizar que todo acto político o institucional requiere, para su correcta evaluación, del objetivo finalista que persigue y del tránsito elegido para su consecución”.
Como si fuera poco, la Junta Militar profundizó su argumento y dijo que, a pesar de sus intenciones, “las actividades de Pérez Esquivel, mientras el país atravesaba una intensa lucha contra el terrorismo, se utilizaron para obtener la inmunidad de miembros de varias organizaciones terroristas”.
II – A poco de recibir la distinción “el Nobel” recorrió varios países del subcontinente gobernados por dictaduras y continuó su brega en defensa de la vida, la educación para la paz, los Derechos Humanos, los campesinos, los necesitados y los Pueblos latinoamericanos.
III – Pérez Esquivel al momento de ser elegido estaba en libertad vigilada. Fue detenido y encarcelado sin proceso judicial alguno, torturado y sobrevivió a los vuelos de la muerte: el 5 de mayo de 1977, pocos días después de su detención ocurrida el 4 de abril, lo trasladaron al aeródromo de San Justo y lo subieron a un avión que sobrevoló el Río de la Plata. El prisionero sabía de los vuelos de la muerte, los había denunciado ante la Organización de Estados Americanos. Una orden de último momento hizo que el avión cambiara de rumbo, cuando aterrizó fue puesto prisionero bajo disposición del Poder Ejecutivo Nacional en la Unidad 9 de La Plata; fue liberado el 25 de junio de 1978, cuando se disputaba la final del Mundial de fútbol, pero permaneció otros 14 meses en libertad vigilada.
IV – Un día después de conocerse el premio, el dirigente dio una conferencia de prensa en la sede del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), en donde sostuvo; ”Es evidente que en Argentina no se respetan los derechos humanos: existen miles de desaparecidos, los niños nacen en las cárceles… Nuestro trabajo consiste en buscar una solución a este drama por la dignidad de la persona”.
La requisa periodística llevó a los periodistas noruegos hasta la embajada Argentina en Oslo donde por toda respuesta se dijo desconocer a Pérez Esquivel. Tanto era el ocultamiento que hasta un medio lo citó como brasileño.
V – El paso del tiempo para nada amenguó su temple de incansable luchador por la paz y la igualdad., se mantiene “igual, comprometido con los pueblos, los indígenas, los campesinos, los religiosos, los sindicatos, en definitiva, con los que sufren y luchan, en especial con los más pobres, con los más necesitados”.